“Fui anestesiado por TikTok”

Intenta recordar un hobby que hayas practicado asiduamente durante la adolescencia. Imaginemos, por ejemplo, que jugabas al baloncesto y entrenabas 3 veces a la semana, cada vez 1h30.

Seguro que esto participó de tu construcción como persona, tanto a nivel físico como emocional y social.

A la mayoría de los jóvenes de la generación Z, cuando en el futuro se les pida que recuerden cómo pasaban el tiempo cuando eran adolescentes responderán: “fui anestesiado por TikTok”.

Según un estudio publicado en Nature Portfolio por las investigadoras Clara Virós Martín, Mireia Montaña Blasco y Mònika Jiménez-Morales:

>> Un 53,19% de los usuarios de 12-18 años pasa más de 1h al día en TikTok.

>> Un 35,28%, más de 1h30 diarias.

>> Un 20,22%, más de 2h diarias.

Es decir que Tiktok se come el equivalente a 4 jornadas laborales al mes de la mayoría de los adolescentes.

A este tiempo habría que sumarle el que pasan en otras redes sociales como Instagram (la cual, según otros estudios, sigue siendo la más popular entre los jóvenes).

El artículo se suma a muchos otros que ponen en evidencia una correlación entre tiempo pasado en TikTok y deterioro de la salud mental, especialmente en el de la autoestima.

Aunque las autoras tomen la precaución científica de recordar que correlación no significa causalidad, os dejo con 3 reflexiones:

❶ Otros estudios como el cuasi experimento llevado a cabo por CyberGuardians sí han puesto en evidencia esta relación de causalidad.

❷ ¿No se debería considerar como un elemento suficiente el coste de oportunidad que representa este tiempo que no dedican a otras actividades, que sabemos que sí están asociadas a una mejora del bienestar?

❸ Para prohibirla (o, al menos, regularla drásticamente), ¿tendremos que esperar a que sea demasiado tarde y hayamos sacrificado gran parte de una generación o debería aplicarse el principio de precaución?

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