¿Estamos todos anestesiados?

Aunque tal vez en diferentes grados, todos recibimos una dosis de anestesia administrada por la tecnología digital. Y cuanto más conscientes seamos de nuestras vulnerabilidades, más armas tendremos para hacer frente a los mecanismos por los que controla nuestras decisiones. Este es uno de los objetivos de Anestesiados.

Una de las evoluciones más fundamentales y menos comentadas de los últimos años tiene que ver con la desaparición progresiva del botón “Off” en los dispositivos que manejamos en el día a día. Antes, cuando utilizábamos un ordenador, lo encendíamos y lo apagábamos, y esto marcaba el inicio y el final de un uso consciente y proactivo de la tecnología, generalmente con un fin premeditado. En el libro explico cómo hemos pasado de un modelo en el que la tecnología estaba en un estado “sólido”, en el que era fácil contenerla, a uno en el que la tecnología es “líquida” (sobre todo desde la generalización de los smartphones) en el que es cada vez más difícil poner límites entre estos dispositivos y nosotros. Y ahora observamos el auge de una tecnología en un estado “gaseoso”, representada por los objetos a veces casi invisibles pero más invasivos que nunca, como los relojes conectados, la tecnología implantable o los altavoces inteligentes.

Si superponemos esta evolución a modelos de negocio que incentivan el robo permanente de nuestra atención y a avances en las neurociencias que permiten penetrar de forma cada vez más sútil nuestras mentes e intervenir en nuestras decisiones, empezamos a entender cómo nos dejamos controlar progresivamente por la tecnología digital. Frente a este cocktail muy potente, necesitamos armarnos y reconstituir un escudo crítico robusto. El primer paso es entender los pormenores de lo que nos está ocurriendo. Luego necesitaremos una combinación de acciones individuales y políticas que sugiero en el libro.

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El próximo gran apagón digital nos impedirá respirar

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¿Por qué “Anestesiados”?