El paseíto
Un amigo me describía hace poco el paseíto que daba decenas de veces al día en estos términos:
"Cada vez que experimento un micro-momento de aburrimiento, instintivamente, saco el smartphone de mi bolsillo. O más bien, él mismo me coge de la mano y mi pulgar inicia un paseíto.
1. Abro el buzón de mail, lo refresco y aparece un spam. Lo borro. Siguiente.
2. WhatsApp. 12 mensajes nuevos. 8 en grupos en los que probablemente no me interesen los mensajes. Los ignoro. Otro de un amigo que sé que me va a costar más tiempo procesar. Lo dejo para más tarde porque mi mente está demasiado vacía como para tratarlo ahora. Siguiente
3. Instagram. A ver quién le ha dado a Like a mi última foto. 45 segundos de scroll y 3 Likes más tarde, lo cierro. Siguiente.
4. Noticias. A ver si ha sucedido algo. Scroll y más scroll a la espera de alguna novedad desde el último paseíto hace 15 minutos...
Ya está, mi pacificador mental ha tenido su efecto pero el propio paseíto ya me aburre y levanto la cabeza.
Ya no recuerdo muy bien lo que he hecho en los últimos 2 minutos y como si se tratara de una calada profunda de un cigarro, mi mente ya puede afrontar los próximos 15 minutos hasta el próximo paseíto."
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