Por qué la vida con un Nokia 3310 es más dulce

Quizás os hayáis topado con este estudio americano: los propietarios de un smartphone lo consultan de media 334 veces por día.

¿Qué % de estas utilizaciones es realmente voluntaria y no el resultado de un automatismo?

Dificultades de concentración, falta de atención hacia los seres más próximos, ansiedad... Las consecuencias de esta adicción son conocidas.

Gracias a los teléfonos "inteligentes", hemos ganado en inmediatez. Pero ¿superan los beneficios los inconvenientes?

En 2010, los smartphones se fueron generalizando.

En ese momento era emprendedor y de media gestionaba 130 correos al día, que me causaban mucho estrés.

En los momentos en los que no me encontraba detrás del ordenador, no quería que esta fuente de estrés me persiguiera todo el tiempo.

Si no compraba un smartphone, era por pura necesidad, no por ideología.

12 años más tarde, sigo funcionando con mi viejo Nokia 3310.

¿Supone algún inconveniente? Claro que sí: me entero tarde de algunas noticias, me pierdo alguna foto de familia y a veces tengo que preguntar por alguna ubicación a gente en la calle. Pierdo en inmediatez.

Pero estos pequeños sacrificios llevan premio. El tiempo actúa como un filtro. Las noticias o las fotos que me llegan suelen tener más sentido. La masa de información se decanta por sí sola cuando todo es menos inmediato.

Hasta hace poco, se reían de mí mi familia y amigos. Pero ahora, hablan de su "dieta" de teléfono.

Es mucho más fácil no empezar a fumar que dejarlo. En mi caso, no puedo hablar de lo difícil que ha sido dejar de usar un smartphone. Creo que me sería casi imposible renunciar a él si lo empezara a usar.

Esta elección muy personal es mi manera de mantener el control sobre a la tecnología digital, pagando un coste que considero aceptable por ello y usando tecnologías menos invasivas sobre las que tengo un mayor control.

Y tú: ¿Cuáles son tus "trucos" para limitar la interferencia de tu smartphone en tu vida?

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